Hace poco hubo una tormenta por acá. Dicen que fue una tormenta muy fuerte, que tiró árboles y techos, pero acá no hizo nada de eso. De todas formas, pese a no haber ningún destrozo físico y visible, se cortó la luz. Me lo tomé como un corte normal de luz, de hecho me puse a usar la bici fija ante la imposibilidad de hacer otras cosas, pensando que cuando volviese la luz, en un rato, me bañaba y hacía lo demás. Pero no volvió. Y al cortarse la luz, también deja de llegar agua. Simplemente dormí muchísimo. Pero me desperté frustrado, por lo muy limitado que estaba por la falta de UNA sola cosa. Osea, sí, sería ideal que tuviera cosas que hacer sin luz, pero no era así... sumado a la falta de agua, era bastante feo. Simplemente guardé unas cosas en mi mochila, y me fui a otro lado donde si haya luz y agua.
Pero en serio... es para pensarla, tan avanzados tecnológicamente estamos, pero pasa alguna cosa y se corta la electricidad y estamos en el horno. No sé, fue un momento de darse cuenta de cuánto se depende de algo, uno de esos momentos que no se sienten bien, porque se sienten como cadenas, y a nadie le gustan las cadenas... ya sean visibles o no.