Mi vieja estaba jugando un juego nuevo en una pc. Era un juego en tercera persona donde el personaje principal tenía una espada, e iba por una ambientación extraña, con enemigos que patrullaban. Yo le pedía de jugar y decía que no, y ella entró en un lugar donde había plataformas de piedra que flotaban en el aire y giraban rápidamente en dirección contraria a donde estaba el personaje. Era muy difícil pasar de una a otra para llegar a lo más alto posible, y ella se cayó. Entonces agarré yo. Al principio también me caía, pero después me di cuenta de que había como una gran pared al costado de eso, y antes de caerme salté y me agarré de la pared.
En ese momento, ya no era un juego. Era realmente yo colgando de la pared. Miré hacia arriba, donde estaba el tesoro, el objetivo de todo esto. Y entonces recordé dos frases, como dos profecías. Una era algo como "El sabio encontrará la escalera hacia su objetivo"; y "El guerrero cortará su camino hacia el final". Entonces empecé a subir escalando, pensando en eso. Veía el "tesoro", era como una especie de paraguas rojo, que tenía forma de rosa roja. De golpe dejé de pensar en la profecía sobre el sabio, y pensé en la del guerrero. Saqué un arma que se parecía bastante a un paraguas, pero con filo en los bordes. Lo lancé con todo y volvió como un boomerang, cortando un pedazo de pared donde se encontraba incrustrado el objetivo. A todo esto ya era de noche, y era como si hubiera llovido, el piso estaba mojado. Había mucha gente mirando, y todos exclamaron "ooohh!". Yo me dejé caer, y di un par de pasos lentos hacia adelante, me arrodillé extendiendo una mano, y atrapé el premio por el mango. Era como un paraguas realmente, y caminé hacia la gente lentamente y lo abrí. Era como una rosa roja enorme. Todos estaban felices y contentos, y había una chica que se me acercó mucho sonriendo. Y junto a ella nos empezamos a ir. Caminamos un poco y lo vimos a mi viejo, que se alejaba por una esquina caminando. Miramos a un costado nuestro, había un auto con un árbol saliendo por una ventana. La chica dijo "ah genial, si se va caminando no me va a alcanzar a mi casa, mi vieja se va a enojar". Seguimos caminando juntos. Varias personas que nos cruzamos me tiraban caramelos o cosas así mientras sonreían. Todo era porque yo había conseguido obtener el objeto ese. Yo los agarraba y me los ponía en el bolsillo. Entre con la chica en una especie de bar en una esquina. Había mucha gente sentada. Todos tenían las caras pintadas emulando animales, cebras, osos, etc. Uno de ellos, pintado de oso panda, me mira y mientras todos sonríen, me tira un caramelo que yo atrapo y guardo con los demás. Todos sabían quién era yo. Suena mi teléfono, suelto la mano de la chica para atender. Miro el número, y era Belén. Pero al atender está la voz de un hombre, que me confunde con otro con mi mismo nombre. Pienso que era el hermano de Belén. Dice algo de cambiar de que va a cambiar de teléfono, y se escucha que va a otro, y después dice algo de que se confundió y corta.
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