La semana que pasó estuve unos días en Mar del Plata, con el motivo del festival de cine. Fui a acompañar a una amiga que iba a ir al festival. Me quedé en una habitación sólo para mí, e hice absolutamente lo que quise todo el tiempo sin que nadie me recrimine ni pregunte ni nada en lo absoluto. Fue simplemente genial. Saqué centenares de fotos, comí lo que se me antojó, dormí cuando quise, cómo quise.
No sé qué fue lo que más me sirvió, si el hecho de que el lugar fuera genial, o el hecho de estar por mi cuenta; pero sin duda me renovó completamente. Necesitaba eso. Me encanta. Hubiera querido quedarme.
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