Hoy tuve el examen médico para ingresar a un nuevo empleo. Es curioso como esto de todas formas por más que sea una rutina, nos da un poco de miedo. Es como si fuéramos conscientes constantemente de lo frágiles que somos, y como tenemos una mayor posibilidad de ser dañados por cosas diminutas e invisibles a nuestros ojos, que por algo grande, como un tren o camión a alta velocidad. De todas formas más allá de eso, estuvo todo bien.
Mientras viajaba, volví a escuchar Tori Amos a todo volumen en mis auriculares, tapando el sonido de fondo de la música de mala elección del colectivero. Y se sintió muy bien. Es como que luego de este tiempo, la sensación volvió a ser una sensación completa.
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