Es increíble el efecto que la lluvia tiene sobre mí. Me tranquiliza, me serena. Evacúa de mi mente todo pensamiento perturbador y me permite, si bien no vaciar mi mente, concentrarme sólo en el agua cayendo. El sonido, el aroma inconfundible en el aire, las nubes. Me invita a reflexionar y me deja ver cosas que normalmente no veo.
Ahora mismo acabo de abrir las ventanas, porque sabía que llovía afuera, pero no podía escuchar lo suficientemente fuerte el sonido.

No hay comentarios:
Publicar un comentario