Estaba sentado en una silla recordando el proyecto anterior en el que había trabajado, pensando en qué bueno había sido. Qué divertido, y cómo cada momento me llevaba a ser mejor. Y recordaba lo que era trabajar para Roy Mustang. Si, yo trabajaba para Roy Mustang, el alquimista de fuego. Pero en ese momento todo tenía sentido, y pensaba en que me gustaría volver a trabajar con él.
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