viernes, 9 de enero de 2015

    Estaba con mi viejo caminando por ahí, creo que íbamos camino a su casa cuando pasamos por un kiosko. Entro, miro un poco, buscando algo en particular, pero no lo encuentro. Veo que tienen una especie de oferta, hay un cartel que dice que si comprás cierta cantidad de cosas, te llevás gratis un pack de varios chocolates de distintos gustos, que sino sale normalmente sesenta pesos. Al mirar bien, es necesario comprar literalmente un millón de cosas para llevarlo gratis, me parece una oferta re pelotuda pienso mientras miro de mala manera al pibe que atiende el kiosko. Entonces es cuando noto que hay varias personas en el kiosko, detrás del mostrador, y de hecho en un momento pasa alguien con una fuente enorme, como si fuera un plato hondo muy grande, lleno hasta el borde de ravioles con salsa. Miro por un pasillo y veo que el kiosko está conectado a través de ese pasillo con un restaurant. La gente pasa sirviendo comida, y de repente alguien me pide ayuda y me da para que agarre una de esas fuentes enormes para que la lleve a otra persona. La agarro y la llevo, y luego me pasan una y otra, y las sigo pasando. Luego de un tiempo, todo se detiene, y aparece un señor y una señora que son los dueños del restaurant, que piden un reconocimiento para mi por haber ayudado tanto en el lugar, y el señor dice que me van a dar por ello la torta de los power rangers. En ese mismo instante la expresión de la señora cambia a una que demuestra que no está de acuerdo con eso, y se ve claramente como en un globo de pensamiento que piensa en el precio de dicha torta, que es $184. Cuando traen la torta al parecer no estaba en perfecto estado, y se disculpan, la parte de arriba se derrumba un poco sobre la base, pero la pruebo y está genial de todas formas. Me sigo preguntando por qué es de los power rangers si no tiene nada que ver.

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