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martes, 25 de diciembre de 2012

La musique

 Una mañana me desperté, pero al acercarme a la pc, me encontré con que mis parlantes habían fallecido durante la noche. Intenté reanimarlos, pero fue en vano. Dieron una última lucecita de vida, y se apagaron para siempre. Se convirtieron en dos lápidas a los lados del monitor. Esto pasó en un momento en particular en donde mi fluidez económica no me permitía simplemente decir "fuck it" y comprar un reemplazo inmediatamente. Así fue como estuve varios días sin los parlantes. Y el silencio absoluto de todo lo que hacía, la falta de música, de rainymood, de voces; se fue acumulando hasta hacerse insoportable.

 Por suerte, ahora tengo otros parlantes ya, de parte de una amiga que se copó y me los dio porque ya no los usaba. Pero me dí cuenta de lo mucho que significa el sonido para mí. La música. Lo mucho que me calma, que me inspira. Lo mucho que me produce. Ahora mismo estoy escuchando música, mientras escucho las gotas de lluvia golpear contra mi ventana, y siento cómo se parten y algún fragmento de gota llega hasta mí. Es un momento perfecto.




viernes, 30 de diciembre de 2011

Wallet

Sigo un cierto orden preestablecido. Al poner plata en mi billetera, tiene que estar total y completamente ordenada, nada de ponerla como venga. Tiene que estar primero ordenada en cuanto al tamaño de billete. Los de mayor valor van atrás, y los de menos van adelante. Luego si tengo varios billetes del mismo valor, se ponen los que en mejores condiciones estén atrás, y los más feos y rotosos adelante. Esto permite que al pagar algo, primero me deshaga de los billetes feos y rotosos, y sólo vayan quedando los que están en mejor estado.

Y claro, si pago algo y me dan varios billetes de vuelto, y estoy en un lugar donde no puedo ponerme a acomodarlos como corresponde, los guardo en el bolsillo y acomodo al llegar a casa.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Shine

Ya está, se acabó. No más esconderse y estar abajo. Voy a llevarme el mundo por delante carajo. Voy a brillar, voy a brillar tanto que nadie va a poder evitar notarlo. Tengo lo que necesito, lo demás sólo tengo que ir a buscarlo, y sé que puedo conseguirlo. Nada puede detenerme cuando realmente me propongo algo. Nada va a detenerme hijos de puta, nada.

Acceso de euforia, iniciado por una sobredosis de café y azúcar. Y seguido por simple inercia, una vez que estuve en movimiento, no pude parar.

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Por cierto, hoy le llevé comida al perrito ese de la parada del colectivo. Comía tan animado, me hizo sonreír.

domingo, 18 de abril de 2010

Mundos en Estantes

Ayer mientras deambulaba por la calle Corrientes me di cuenta de algo. Fue algo que me pareció simplemente genial en ese momento de revelación. Cada vez que entraba en una librería, perdía total consciencia de dónde es que estaba yo realmente, de cualquier pesar que me aquejara, y era simplemente consciente sólo de todos esos libros que estaban al alcance de mi mano. Tantas palabras, tantas imágenes, tanta información, tanta riqueza. Me superaba por completo, me sentía overwhelmed.

Es bastante remarcable que yo estaba dirigiéndome apurado a la parada del colectivo para volver a mi casa, porque me sentía bastante mal. Tenía un intenso dolor de estómago. Pero de todas formas paraba y entraba en todas las librerías, y el dolor desaparecía. Por supuesto que volvía cuando salía, pero mientras estaba dentro nada me perturbaba.

Ahh... que lástima, la primer versión de este post estaba quedando mucho mejor... pero mientras la escribía, se cortó la luz.

viernes, 9 de abril de 2010

Sugar Rush

Hoy en el trabajo decidimos instaurar el "jueves sugar rush", y de ahora en más todos los jueves vamos a darnos sobredosis de azúcar hasta el punto de la hiperactividad y la risa fácil.
Es increíble el efecto que tiene en una persona el exceso de azúcar. Yo tuve uno ayer, después de masas secas, helado, y un submarino (todo en cuestión de minutos). Sentía que no podía parar de pensar y hacer cosas, era como si pudiera llevarme el mundo entero por delante. El proceso de pensamiento se vio acelerado increíblemente, y llegué a ideas que no parecían venir de mi. Además del hecho de que no pude parar de absorver información, ya sea leyendo o simplemente analizando mis alrededores y recuerdos. Creo que una buena dosis de azúcar de vez en cuando va a ser buena.