miércoles, 30 de septiembre de 2015

Russian Roulette

Debido a la influencia de alguien noté el estado de abandono en que estaba dejando este lugar, y me decidí a retornar.

Últimamente no puedo evitar pensar que uno de los mayores errores que cometemos una y otra vez es el esperar de otros un comportamiento relativamente cercano al propio. Así la gente amable espera amabilidad de los demás, y aún cuando no la reciben tienden a creer que en el fondo todos tienen algo de amabilidad. Lo mismo pasa con la gente manipuladora e hija de puta... muy posiblemente no puedan confiar realmente en nadie porque esperan de otros lo que ellos mismos harían: ser aprovechados para tratar de obtener lo más posible del otro.

Mientras más lo pienso más complejo se vuelve. Uno no debería esperar de otros nada que sea remotamente similar a uno mismo. Las personas son diferentes, y lo que para nosotros pueda ser obvio tranquilamente no lo es para el resto. Podríamos pensar en basarnos en la experiencia, en el tipo de personas que vamos conociendo, pero tampoco es algo útil si consideramos que una gran parte de la gente finge y oculta su verdadera naturaleza, algunos mejor que otros.

En definitiva nos quedamos con la noción de que es absolutamente imposible predecir cómo va a comportarse otra persona. Si, quizá acertemos con nuestras predicciones, quizá incluso la mayoría de las veces respecto a alguien que conocemos mucho... pero siempre hay algo más allá. En definitiva el relacionarse con otros es una especie de ruleta rusa, aunque un toque menos drástica, ya que no suele terminar en la muerte. O al menos no siempre.

No hay comentarios: