Mostrando entradas con la etiqueta orden. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta orden. Mostrar todas las entradas

lunes, 5 de agosto de 2013

Ocasionalmente vuelvo a sentir la necesidad de escribir. Así como también esa sensación de que realmente no le dedico tanto tiempo como el que debería. En estos días se me ocurrió que quizá debía organizarme un poco con mis tiempos, y tratar de dedicarle tiempo a las cosas que quiero hacer y en las que quiero mejorar. Así que acá empiezo de nuevo. Let's see.

viernes, 30 de diciembre de 2011

Wallet

Sigo un cierto orden preestablecido. Al poner plata en mi billetera, tiene que estar total y completamente ordenada, nada de ponerla como venga. Tiene que estar primero ordenada en cuanto al tamaño de billete. Los de mayor valor van atrás, y los de menos van adelante. Luego si tengo varios billetes del mismo valor, se ponen los que en mejores condiciones estén atrás, y los más feos y rotosos adelante. Esto permite que al pagar algo, primero me deshaga de los billetes feos y rotosos, y sólo vayan quedando los que están en mejor estado.

Y claro, si pago algo y me dan varios billetes de vuelto, y estoy en un lugar donde no puedo ponerme a acomodarlos como corresponde, los guardo en el bolsillo y acomodo al llegar a casa.

domingo, 31 de julio de 2011

Choice?

Es raro esto de tener tiempo para hacer otras cosas, me había desacostumbrado. Hoy tenía la oportunidad de salir y hacer algo, y de hecho estaba seguro de que era lo que quería hacer. Luego me puse indeciso, y no sabía si valía la pena pasar todo el frío, todo el tiempo de viaje, etc. Finalmente me decidí a irme, pero una vez esperando el bondi no venía... entonces decidí ponerme un límite. Si no venía para cierta hora, me volvía a mi casa. Y entonces mientras esperaba me di cuenta de que estaba deseando que no venga... esperé de todas formas un rato más, pero me fui a mi casa antes de terminar el plazo.

No sé, creo que quizá mis motivos para ir no eran del todo fuertes, y era mejor opción no ir en este caso. Me queda un poco la sensación de "debí haber salido más temprano" para no tener ese problema, pero no podré saberlo. No hay forma de saber qué pasaba si tomaba el otro camino, y siempre va a ser así.

No estoy del todo seguro de haber tomado la decisión correcta, pero en ese momento era lo que quería. Me cuestiono un poco y comparo con jugar poker quizá. ¿Será que soy de los que juegan una mano sólo si están seguros de tener algo y sino no se arriesgan?. Quiero creer que no será así siempre.

jueves, 17 de junio de 2010

Making a Code

Hace un tiempo que lo vengo pensando, y estoy decidido ya. Voy a prepararme un código por el que regirme. Algo que sirva como una guía para la clase de persona que quiero ser. Planeo que tenga puntos principales definidos en conceptos cortos, y tal vez una pequeña explayación sobre cada uno.

Me parece que tener un código por el que regirme, para decidir qué cosas puedo permitirme hacer y qué cosas no; puede llegar a ser de ayuda. Puede llegar a ser una fuente de fuerza de voluntad en ciertos momentos en que la necesite.

Tal vez me equivoque, pero vale la pena intentarlo y ver qué sucede.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Parar el maremoto

Por momentos siento como si perdiera mi línea de pensamiento. De golpe hay tantas cosas dentro de mi cabeza, todo girando, todo moviéndose. Pensamientos e ideas chocando entre sí, fundiéndose en extrañas simbiosis, separándose y volviéndose a fundir. En estos momentos se me hace tan difícil tomar una idea singular y trabajar sólo con ella. Está todo tan entremezclado, tan desordenado.

Necesito poner en orden mis pensamientos. No puede reinar el caos en mi mente, porque es allí donde nace todo lo que hago, todo lo que soy; y si el caos es el origen, también será el fin. No puedo ser guíado por el caos.

Tengo que sumergirme en ese mar de pensamientos, resistir las oleadas, y tomar el control. Sostener todo, y darle sentido a las cosas. Parar el maremoto.

domingo, 25 de abril de 2010

Fuera de uso

A lo largo del tiempo me convertí en una persona que aprecia mucho el orden. Y dicho orden, me gusta tenerlo en mis cosas por poner un ejemplo. Me gusta tener todas mis cosas ordenadas, de forma que pueda encontrar algo que busco con relativa facilidad. Esto no significa que el orden tenga que ser visual. Muchas veces me encontré "cómodo en mi desorden", lo cual significaba que aunque estuviera todo tirado por ahí, yo sabía como encontrar cada cosa. Había una cierta organización.

Y en cuanto a este tema, me pasó algo que le pasó a mucha gente, y que aparentemente según leí por ahí, es una cualidad bastante común de ver entre las personas. Juntar basura. Guardar montones de objetos que ya no tienen ningún uso real, poniendo una gran cantidad de excusas diversas para no tirarlos. Cosas como "esto puede llegar a arreglarse", "uh, pero esto es de cuando conocí a...", "no da... pagué mucho por esto, ¿cómo voy a tirarlo?", y un larguísimo etc. Así que bueno, hoy decidí que todo eso se acabó, y me puse a ordenar completamente mi habitación. No se puede decir que esté terminado, pero quedó bastante mejor que antes. Y además, me deshice de varias de esas cosas que acumulaba solamente porque me daba cosa tirarlas:

-Una vieja copiadora de DVD rota. Ya no podía abrirse para meter ningún DVD, y no tenía arreglo. La guardaba porque por ahí algún día podía arreglarse, o por ahí a alguien le servía.
-Un viejo teclado roto, que simplemente había dejado de andar un día.
-Otro teclado roto. Se fracturó en varios pedazos por causa de la gravedad.
-La caja vacía del que es mi teclado actual, que vengo usando desde los últimos seis meses y que probablemente iba a volver a poner en su caja.
-Un viejo juego de damas, con fichas perdidas y medio roto.
-Un juego de ajedrez también viejo, con fichas faltantes.
-Un pequeño tablero magnético de ajedrez que tengo desde hace muchos años, cuando vivía en otra casa. Algunas fichas están perdidas desde que vivía en esa casa, y por ende no tenían ninguna real esperanza de reaparecer.
-Un viejo poster de Ranma 1/2, que había sacado para que entrara Yoda en mi pared. Lo guardaba por si alguna vez quería volver a ponerlo, o por si alguien quería un viejo poster doblado y gastado.
-El soporte de madera que vino con mi katana, y que es tan malo que nunca pudieron encastrar las partes entre sí. Además de que jamás lo usaría aunque se pudiese armar.
-Las tapitas acrílicas que había comprado para proteger mi celular. Que eran medio chotas, y desde que se cayeron al suelo una vez nunca más volvieron a poder quedarse en el celular. Las mantenía a mano porque quizá un día volvían a funcionar mágicamente, y porque me habían salido veinte pesos; aunque tal vez más que nada porque hace un tiempo tuve un sueño en que Marina con un encendedor lograba arreglarlas.




La verdad es que me siento mucho mejor ahora. Solamente espero que esto no sea sólo un momento de decisión, y sea algo que pueda hacer siempre. Es increíble lo mucho que me costaba antes decidirme a tirar algo. Era siempre pensar que si me lo quedaba, puede que algún día encontrara un uso o lo necesitara para algo; mientras que si lo tiraba, ya está, era definitivo. Supongo que en la naturaleza humana hay definitivamente un miedo a lo definitivo.