sábado, 23 de octubre de 2010

Little mix

En el día que hace poco terminó estuve al parecer medio triste, pero sin saber por qué. Me lloró todo el día el ojo izquierdo. Me quedé pensando si hay alguna diferencia en si te llora el ojo izquierdo o derecho, si quizá alguno sea más afín a llorar por unas causas que por otras, tal vez...

Se me terminó la Rayuela, al menos se acabaron las formas preseleccionadas de jugar-leerla. Me quedan aún las improvisaciones personales que tal vez no haga, o tal vez sí, pero quién sabe. Me puso un poco mal, pero bien por otro lado. Ya me explayaré más sobre esto, que vale la pena, pero ahora es sólo parte de muchas cosas.

Este viernes que se fue intenté ser ciego por la calle. Cerré los ojos y avancé. No podía dar más de cinco pasos sin ver sin sentir que todo lo que me rodeaba se avalanzaba contra mí e iba a golpearme; un miedo enorme me golpeaba al caminar sin ver. Era totalmente instintivo abrir los ojos lo más pronto posible. Sólamente duré veinte pasos seguidos como máximo con los ojos cerrados. Voy a seguir intentando, tal vez me gustó un poco sentir el miedo de no ver.

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