Muchas veces una persona se ve tentada de decir "¿qué podría ser peor?". Es una mala idea, no hay que decir eso jamás, las cosas pueden seguir empeorando tranquilamente, no importa que tan mal estén ya. Es como si la realidad misma quisiera desafiarte y cuando decís eso, todo empeora.
Ayer pensé que las cosas no podían ir mucho peor, y me hice mierda la rodilla contra el tren cuando me subí. Después pensé "después de esto, difícilmente pueda ir peor", y hoy llegué al trabajo y me enteré que me apuñalaron por la espalda, pasaron comentarios negativos por atrás mío y me cambiaron de proyecto, a una mierda absoluta y completamente embolante. Sin decirme absolutamente nada antes.
A todo esto tengo algo extraño en el ojo que quizá sea conjuntivitis, o tal vez no, pero es bastante molesto. El médico del trabajo no apareció en todo el día, y me fui a mi casa. Ya no puede ser peor. Y el puto tren se lleva puesta una puta vaca. El olor a muerte inunda todo, y se escucha como arrastra los huesos hasta que finalmente se despegan. Casi vomito.
Honestamente, váyanse todos a la concha de su madre.
Y no entiendo cómo, aún puedo sonreír, cuando un perrito baja las orejas y mueve la cola si lo llamo, cuando Sting me dice que es un englishman in new york en el bondi, y cuando veo un gatito parado al lado de un alambrado.
1 comentario:
haceme caso, nunca pero NUNCA digas "nada puede ser peor" porque SIEMPRE puede serlo. Lo digo por exp. (y bastante reciente):)
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