miércoles, 30 de junio de 2010

Frankenstein

Terminé de leer Frankenstein. Para ser sincero, me gustó. El libro es mucho más agradable que cualquier cosa que se haya hecho sobre la historia de Frankenstein. Es mucho más humano, está lleno de sentimientos y emociones, y es fácil ponerse en el lugar de los personajes. Se pueden comprender las posiciones de los distintos personajes con relativa facilidad, y el fluír de las emociones está manejado de una forma realista y fácil de seguir. La historia es triste, eso sí, y si uno se engancha mucho se va a entristecer en ciertas partes. Pero vale la pena.

En lo que a mi respecta, el tema que más rescato del libro es que trata cómo uno puede terminar buscar lastimar a alguien por quién sólo siente cariño, y de quién uno no quiere más que amor y aceptación. Al desear con tanta intensidad esas cosas de alguien, cuando son negadas, las emociones se pueden transformar drásticamente y hacerse negativas para buscar herir a esa persona que nos negó el cariño que buscábamos. Pero uno se arrepiente si sigue ese camino, ya que el sentimiento raíz, el amor o cariño que uno siente, sigue presente, y lastimar a esa persona nos lastima a nosotros mismos.
Después hay un montón de cosas interesantes si me pongo a pensar, como el prejuzgar a alguien sin realmente conocerlo, guiarse por apariencias, etc. Pero eso que remarqué ahí arriba es lo que más me llegó al terminarlo, es lo que más sentí como el mensaje central.

Por otra parte, y ya sin tanto que ver con el libro en sí, me di cuenta que me da bronca quienes se refieren al monstruo al decir "Frankenstein".

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